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Empieza la vuelta al cole, los niños empiezan a pensar en volver a ver a sus amigos y a sus profesores después de este año tan raro que hemos vivido.
Cuando finalizó el confinamiento se empezó a hablar de las medidas que habría que tomar para que la vuelta del año siguiente fuera segura para nuestros hijos.
Durante todo el verano nadie se ha pronunciado, dejando toda la responsabilidad a las directivas de los colegios y a los padres.
Hemos pasado todo el verano pensando cual sería la decisión correcta: ¿llevar a tus hijos al colegio priorizando su educación o apostar por la educación a distancia siguiendo un criterio de prudencia?
Tras muchos quebraderos de cabeza, intentamos pensar con lógica para tomar la decisión. Nos costó, pero la tomamos.
En una revisión al pediatra le consultamos, teniendo en cuenta su experiencia como médico y lo que había vivido hasta el momento. Nos dijo que era muy posible que los coles no abrieran por la situación, lo que daba más peso a nuestra decisión.
Según ha ido transcurriendo el verano, la mayoría de la gente se ha ido relajando, ocurriendo así los primeros rebrotes. Todo ha seguido como si no pasara nada y el covid ha seguido extendiéndose. No se han tomado las medidas necesarias y, a falta de unas semanas, tampoco veo un plan bien establecido.
Hace poco hemos tenido que volver al médico para poner las vacunas a los peques y otra vez hemos vuelto a preguntar su opinión. En este caso nos atendió una persona distinta. Nos ha dicho que tiene que ir a la escuela, sino eso supondría un retraso de un año en su aprendizaje.
Cuando ya lo teníamos todo atado, de nuevo aparecen las dudas y otra vez a replantear el tema.
Después, ves las noticias, donde indican que si los niños no cumplen las medidas, el riesgo de contagio es superior que en el mes de marzo.
No creo que un niño de 4 años mantenga una distancia de 2 metros de los amigos que lleva sin ver durante meses o de la profesora que idolatra. Entonces piensas, ¿qué decisión vamos a tomar?
Si pienso en enseñarlos yo en casa, me siento culpable. Aunque me esfuerce y de todo de mi, no soy profesora y el aprendizaje no es el mismo, con lo que iría retrasado respecto a sus compañeros de clase.
Si escogemos la segunda opción y va, me siento mala madre por llevarle sabiendo el riesgo que eso conlleva, tanto para él como para su hermana de 1 año.
Además, ¿cuánto van a tardar en cerrar los colegios?, ¿una semana?, ¿un mes?. Y, ¿después qué pasará?, ¿van a ir cerrando los coles cada 15 días? No hay nada claro.
Los que tengan niños con edades superiores a 6 años deben sentir mucha rabia e impotencia, ya que para ellos la asistencia es obligatoria. Al menos yo tengo la opción de elegir.
Me siento como si estuviera en lo más alto de una montaña rusa, sabiendo lo que va a ocurrir, sintiendo el vértigo y la impotencia de no poder hacer nada al respecto.
Me encantaría saber vuestra opinión sobre este tema, ¿qué tenéis pensado hacer?, ¿qué sentís al respecto?
Soy toda oídos.