Desde que nacen es muy importante el contacto del padre al igual que el de la madre.
En nuestro caso en el nacimiento de mi primer hijo yo no pude hacer el piel con piel y lo hizo el padre.
yo me quedé con una espinita, pero me alegro que los dos hayamos tenido esa experiencia, ya que yo la tuve en el segundo parto.
La figura del padre actual no es como la de antes, que era más distante y quedaba en un segundo plano. Ahora están mucho más implicados desde el mismo momento en que se quedan "embarazados". Si bien es cierto no se puede comparar a la relación que existe entre madre e hijo, pero se asemeja bastante.
En este ámbito tengo que decir que estoy más que encantada. Me gusta ver a los papis haciendo de papis como tiene que ser. Con el mío claro está, se me cae la baba.
Ver a tu primer hijo recién nacido en brazos de la persona que más quieres es una sensación increíble, una mezcla de amor, ternura y orgullo.
Desde que nació Óliver siempre lo he dicho y siempre lo diré, mis hijos tienen el mejor papá del mundo.
Es paciente, inteligente, sacrificado... la lista es larga y me encanta que así sea.
Que mis niños le tengan como referente me parece fantástico. Os contaré algo que nunca le he dicho a nadie: Si alguien me preguntara quien es mi referente, la persona que más me inspira para ser la mejor versión de mí misma, te diría que es él.
Tengo mucha suerte de tenerle en mi vida y mucha más por ser el padre de mis hijos. Siempre lucha contra viento y marea, nunca se rinde.
Cuando llega del trabajo el pobre suele venir bastante cansado y aún así no le importa jugar un rato con los niños y acostarlos. Después me pregunta qué tal el día, cómo estás hoy...
Cuando llega del trabajo el pobre suele venir bastante cansado y aún así no le importa jugar un rato con los niños y acostarlos. Después me pregunta qué tal el día, cómo estás hoy...
Parecen tonterías pero el simple hecho de hacer esas simples preguntas denotan que se preocupa por mí.
¡Qué suerte tengo!
El amor que hay entre los tres es totalmente mutuo. Cuando llega a casa los dos corren a la puerta con una sonrisa de oreja a oreja gritando: “papá”.
Ahora que tiene unos días de vacaciones tienen mucho tiempo para pasarlo con los dos. Juegan, se les sube encima, comen helados juntos...
Según va pasando el tiempo y los niños crecen van apareciendo nuevas aventuras y experiencias que no solo te pondrá a ti a prueba, si no a tu relación.
Nosotros siempre nos hemos apoyado mutuamente y vamos levantándonos el ánimo según vayamos necesitando. La vida de papis, como bien sabréis, es muy difícil y cansada. Así que tener un compañero en el que refugiarse y confiar es un gran alivio.
¡Los papis unidos jamás serán vencidos! Jajaja